Los hermanos Lumière

 


Ambos hermanos, Auguste y Loius, nacieron en 1862 y 1864, respetivamente, sus personalidades eran totalmente distintas, mientras Auguste era más introvertido, Louis era alguien extrovertido, quien siempre estaba decidido a actuar. Su padre era dueño de un estudio fotográfico. Debido a una conflictiva necesidad económica, los Lumière, haciendo gala de su ingenio, reparaban y creaban las máquinas para la producción. También trabajan en la invención de un método para elaborar placa seca (Etiqueta azul), método que será explotado exitosamente por su padre. En 1894, los Lumbier, en París, conocen el quineroscopio, un destinado a la visión individual de bandas de imágenes sin fin, aunque no permitía su proyección sobre una pantalla. La familia trataría de replicarlo, logrando fabricar el famoso cinematógrafo.


Este invento fue novedoso, pues no solo era capaz de proyectar imágenes en movimiento, también grababa y se podían producir esas imágenes por medio del movimiento de una manivela. También era fácilmente transportable. Los hermanos Lumière alquilaron el espacioso Salón Indicen en el sótano del Grand Café en París. La primera sesión, el 28 de diciembre de 1895, costaba un franco y duraba media hora. Proyectaron "La llegada de un tren" y "El regador regado" junto con otras diez películas. El éxito fue enorme y, tres semanas después, asistían tres mil personas al día.



Los primeros filmes producidos capturaban escenas de la vida social parisina, especialmente de la burguesía. Uno de los más famosos, "La llegada del tren", incluye nuevas técnicas como secuencias de eventos y un primer plano del tren en movimiento sin mover la cámara. Sin embargo, a los Lumière no le vieron mucho futuro, pese a su éxito en su proyecto, por lo que terminaron dedicando su vocación para enfocarse en nuevas profesiones. Louis crearía un procedimiento para obtener fotografías a color, la placa autocroma. Suponiendo un gran avance para la captura de imágenes.

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